No hemos comenzado muy bien el otoño, ya que Pablete lleva 5 resfriados desde que empezó, con todo lo que eso conlleva: mocos a raudales, noches en vela a causa de la tos, infinitas visitas al pediatra, peleas para que se tome los jarabes... en fin, que no salimos de casa, y cuando lo hacemos, a la semana, otra vez encerrados.
Pues bien, ahora está con laringitis, y resulta que hoy mi suegra, la de las "dos velas negras", con la lógica apabullante que le caracteriza, ha llegado a la siguiente conclusión: el niño está resfriado porque se lo ha contagiado la gata que tenemos...
¡Coño!, llevo cuatro años creyendo que tengo un gato y ahora resulta que lo que tengo es al mono de "Estallido"...
Si es que... de donde no hay... no se puede sacar...
En fin, paciencia... y un carro para llevarla...